PROBLEMA
La bacteria Gram negativa Flavobacterium psychrophilum ES causante de la “enfermedad bacteriana del agua fría” o “síndrome de alevines de trucha arcoíris”, cuyos efectos son erosiones en la piel, úlceras, pigmentación oscura y pudrición en aletas y agallas. Además, las especies más jóvenes que sufren esta infección, pueden llegar a nadar de manera errática y con movimientos en espiral, entre otras consecuencias.
Para controlar la bacteria, los criaderos utilizan grandes cantidades de potentes antibióticos como clorfenicol y oxitetraciclina. Sin embargo, se ha observado una mayor resistencia a los antibióticos en diferentes aislados de la bacteria, especialmente para la oxitetraciclina, donde se ha reportado un porcentaje de resistencia que oscila entre el 46% y el 80%, provocando un incremento en la persistencia de F. psychrophilum y dando lugar a frecuentes brotes bacterianos. Ello ha derivado en un aumento de la mortalidad y considerables pérdidas económicas, por lo que existe un interés creciente de la industria acuícola por identificar nuevas alternativas terapéuticas al uso de antibióticos.
SOLUCIÓN
Nuestra Universidad de Santiago ha generado una innovadora solución para controlar el F. psychrophilum, a través del trabajo ejecutado por un equipo de investigación, liderado por la Dra. Brenda Modak, investigadora y académica de la Facultad de Química y Biología, junto a el Dr. Juan Guerrero, investigador y docente en la misma Facultad; Mick Parra, tesista del Doctorado en Biotecnología, y Maialen Aldabaldetrecu, egresada del Doctorado en Química.
El grupo de investigación formuló un aditivo alimenticio para peces, a base de un complejo de coordinación de Cu(I), con ligandos cumarínicos para tratar la enfermedad producida por Flavobacterium psychrophilum en estas especies.
BENEFICIOS
El aditivo alimenticio se administra en combinación con el alimento comercial, tanto a peces sanos como a enfermos, generando un efecto protector, disminuyendo considerablemente la mortalidad provocada por F. psychrophilum. Además del efecto protector en los peces, hemos determinado que el aditivo alimenticio posee actividad antibacteriana, disminuyendo significativamente la carga de este patógeno a nivel celular.
Este producto es fácil y más sencillo de administrar a los peces, en comparación con las vacunas convencionales inyectables, que no siempre es un método amigable para las especies e incluso, hasta pueden dañar su piel o estresarlas.
ESTADO DE LA TECNOLOGÍA
Se encuentra con patente concedida en Chile.